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Entrevista:ADELA UTRERA

"Cuando haya igualdad, no harán falta fechas"

Málaga
Los actos del 8 de marzo tratan de reivindicar los derechos de las mujeres, sobre todo de las trabajadoras. Un día repleto de actos, que sirve de escaparate y de recordatorio de las discriminaciones que aún sufre la mujer en el terreno laboral, directamente ligadas a que asume el peso de la maternidad y de las tareas del hogar. Tres mujeres normales cuentan su visión sobre el papel de las féminas en una sociedad en la que aún existen núcleos importantes de machismo, según Soledad Ruiz, directora del Instituto Andaluciade la Mujer. La abogada Adela Utrera, la modelo Raquel Quero y la poetisa María Victoria Atencia aportan también su visión de un día necesario, pero no suficiente.

La abogada Adela Utrera, de 39 años, fue la primera mujer que cargó un trono en la Semana Santa de Málaga.

"Mientras no exista una conciencia social de la problemática que tiene la mujer, sí considero positivo que exista el Día de la Mujer Trabajadora. Aunque haya personas que se olviden el resto del año, que por lo menos exista una llamada de atención, una vez al año, y que haga reflexionar aunque sean cinco minutos. Pero evidentemente, no va a resolver el problema. Para eso, hacen falta campañas de concienciación, con programas que verdaderamente ejecuten las políticas de igualdad que se llevan a cabo. Y con la clara intención de que algún día, cuando consigamos esa igualdad, no haya que recurrir a ningún tipo de fecha ni de políticas de acción positiva.

A la mujer trabajadora la aquejan todos los problemas del mundo. Siempre que el acceso a un puesto de trabajo se realice mediante pruebas objetivas, no existe discriminación, como es el caso de jueces, fiscales, notarios, o registradores. De hecho, la mujer está copando muchísimos puestos, demostrando no sólo su valía, sino que cuando se dan esos requisitos de objetividad y neutralidad, podemos hablar de igualdad. Sin embargo, en el ámbito de la empresa, los contratos a tiempo parcial o temporales se ceban en la mujer.

En cuanto a la maternidad, aunque se ha avanzado bastante, estamos a años luz de las políticas que se desarrollan en los países del norte de Europa, donde se blinda la maternidad, como servicio público que hacemos las mujeres a la sociedad. La mujer española, aparte de trabajadora, sigue asumiendo la educación de los hijos y las tareas del hogar en un altísimo porcentaje. Es una lacra que impide a las mujeres avanzar laboralmente.

Se ha dado un paso, pero las medidas públicas de apoyo no son suficientes en absoluto. Está muy bien una ayuda económica a las madres. Sin embargo, hubiera sido más interesante blindar la maternidad, con medidas como un año de baja, una red importante de guarderías públicas, subvencionar guarderías en los centros de trabajo o concienciar a los hombres para que se acojan a la baja por paternidad.

Trato de concienciar a las mujeres, porque aunque no todas sufran la desigualdad, nuestra obligación es seguir denunciando estas anomalías, e intentar hacer un frente común para, entre todas, conseguir un mundo en igualdad. Y que algún día, podamos hablar de personas, y no de mujeres y de hombres".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de marzo de 2005