El Centre Artesà Tradicionàrius (CAT), dedicado exclusivamente a la difusión de la música popular y tradicional, cerrará sus puertas a finales del próximo mes de junio y permanecerá sin realizar ningún tipo de actividad artística ni docente durante más de año y medio. La razón del cierre es la reforma del espacio actual. Está previsto que la reapertura coincida con el inicio de la 20ª edición del Tradicionàrius, en enero de 2007. Este periodo de forzada inactividad en el local de la travesía de Sant Antoni, en Gràcia, hará que el festival se convierta el año que viene en itinerante, si bien muchos de los conciertos se celebrarán en el Espacio de Música y Danza de la Generalitat, según explica Jordi Fàbregas, alma del CAT.
Una fiesta de despedida a finales de junio cerrará esta primera etapa y dará paso a las obras que, de cumplir los plazos previstos, comenzarán en julio y estarán acabadas el otoño de 2006. "Todo el edificio está deteriorado, la climatización es muy mala, los desagües no funcionan y hay un sinfín de pequeñas cosas", explica Fàbregas. "La estructura actual del centro tampoco se adapta a nuestras necesidades. Nos hacen falta más espacios pequeños para poder dar clases o ensayar y también otro espacio para una tienda de discos, libros, instrumentos y materiales".
Esta reforma afectará también al bar y al teatro actuales, que se reharán totalmente. Las obras podrán realizarse gracias a un presupuesto, ya aprobado por la junta del distrito de Gràcia del Ayuntamiento de Barcelona, de 1.600.000 euros. Dado que este presupuesto se incluirá en el ejercicio de 2006, el Centro de Promoción de la Cultura Popular y Tradicional de la Generalitat ha aportado 300.000 euros para que la obras puedan comenzar ya este verano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de marzo de 2005