El Villarreal se llevó de Soria un punto, sólo uno, después de tener un gol a favor, un rival casi hundido y un tiempo para terminar un trabajo limpio porque el Numancia, en la primera parte, sólo fue capaz de proponer lo de siempre, un puñado de balonazos largos al delantero, a probar suerte en algún error de los centrales porque no había nadie más a quien pasar el balón en el hipotético caso de que Miguel consiguiese enganchar algun balonazo, que no lo hizo. Sólo cuando Merino comenzó a aparecer entre líneas el equipo soriano tuvo criterio para manejar un choque del que se estaba apoderando el rival sin dificultad. Además, Máximo Hernández introdujo la novedad del marcaje individual de Graff a Riquelme, lo que le condenaba a tener inferioridad en el centro o a que en un desliz el argentino hiciese una de las suyas.
NUMANCIA 1 - VILLARREAL 1
Numancia: Juanma; Juanpa, Ochoa, Palacios, Tarantino; Graff (Pablo Sanz, m. 46), Ros (Miguel Pérez, m. 46'); Velasco (Tevenet, m. 58), Merino, Juanlu; y Miguel Cedrón.
Villarreal: Reina; Javi Venta, Gonzalo, Peña, Arruabarrena; Josico, Senna; Cazorla (Font, m. 67), José Mari (Figueroa, m. 63), Riquelme; y Forlán (Guayre, m. 82).
Goles: 0-1. M. 27. José Mari roba el balón en la banda derecha, centra al punto de penalti, Forlán lo deja pasar y Riquelme remata pegado al poste.
1-1. M. 60. Merino conecta en el primer palo un centro desde la derecha.
Árbitro: Dauden Ibáñez.
Unos 7.000 espectadores en el campo de Los Pajaritos.
Riquelme tardó sólo 20 minutos en escaparse de Graff y darle un balón de gol a José Mari, que lo envió a las manos del portero. Sólo siete minutos después Riquelme pegó un grito a Forlán para que dejase pasar un pase perfecto de José Mari desde la derecha y marcar el primer gol con Graff, su sombra, varios metros por detrás. El Numancia acusó tanto el gol que desapareció. No es que el Villarreal apretase el paso, pero el partido terminó por tener una única dirección. Hernández acertó a reaccionar en el descanso, colocó a Miguel Pérez en la derecha y por allí llegó el gol del empate y el resto del peligro del Numancia, que terminó por borrar al Villarreal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de marzo de 2005