María Peña, 25 años. Primer Premio Nacional Fin de Carrera de Ingeniería Química 2002-2003. Un ejemplo de que las chicas también sirven para las ciencias, y para lo que se propongan. María es de Lliria (a 20 kilómetros de Valencia). Fue siempre una alumna brillante. Ya en el instituto obtuvo el primer premio de bachillerato de la Comunidad Valenciana. Después de disfrutar el año pasado de una beca de investigación en la Universidad de Valencia sobre depuración de aguas residuales, actualmente trabaja en la Consellería de Territorio y Vivienda en el servicio de protección del ambiente atmosférico. María asegura que sus buenos resultados académicos se deben en parte a la facilidad que tiene, pero también a que ha "estudiado mucho". Su expediente en la carrera: 9,75 de media. Hagan un cálculo.
Pregunta. ¿En toda su trayectoria académica ha notado algún tipo de discriminación por el hecho de ser chica?
Respuesta. La verdad es que no. Nunca he notado ninguna preferencia. Distintos estudios afirman que las chicas son peores que los chicos en matemáticas y ciencias, pero yo no lo creo así. De hecho te tenido compañeras muy brillantes en estas materias.
P. ¿Pero alguna diferencia notará entre chicos y chicas?
R. Quizás, que las mujeres somos más constantes y responsables y que cada vez sacamos mejores notas.
P. ¿Qué opinión le merece que las menores de 30 años perciban un sueldo bruto un 12% menor que sus colegas de sexo masculino y que promocionen menos que ellos?
R. Yo no tengo quejas, cobro exactamente lo mismo que mis compañeros. En cuanto a mi carrera profesional, quiero llegar alto, pero sin renunciar a mi vida personal. Tengo 25 años y espero formar una familia a los 30. Espero que en este tiempo las cosas hayan cambiado.
P. ¿Es optimista?
R. Es difícil que a corto plazo se consiga la igualdad 100% en todos los niveles, pero a lo mejor de aquí a 20 años las cosas cambian y hay más hombres que se apuntan a los permisos de maternidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 7 de marzo de 2005