La OTAN enviará mañana a Madrid un avión Awacs de vigilancia electrónica para mantener un "severo" control del espacio aéreo de Madrid en la cumbre antiterrorista que se celebra desde hoy. El Ministerio del Interior ha restringido los vuelos sobre Madrid, salvo los de aviones comerciales "controlados" y los de aparatos policiales y militares. A pie de tierra, 7.015 agentes de varios cuerpos velarán por la seguridad.
El departamento que dirige José Antonio Alonso ha diseñado para la cumbre la Operación Venus, en la que las medidas de seguridad se han ido elevando desde el 11 de febrero hasta estar a pleno rendimiento desde ayer. El dispositivo incluye a miembros de diferentes unidades policiales que van desde los antidisturbios a los especialistas en guerra química y bacteriológica (NBQ), pasando por unidades de caballería.
La zona del Campo de las Naciones, donde se ubica el Palacio Municipal de Congresos que acogerá la cumbre, ya está blindada, con anillos concéntricos de seguridad y cortes de tráfico. El plan pretende evitar atentados como el que ETA perpetró el 9 de febrero precisamente en esa zona, horas antes de que los Reyes inauguraran la feria de arte Arco.
Interior prevé el cierre de los aparcamientos públicos y de las paradas de Metro de la zona, controles de viajeros (serán especialmente intensos en las fronteras mientras duren las reuniones). También se ha diseñado un plan de cierre de la ciudad "por si fuera necesario ante cualquier eventualidad".
Por su parte, el Ministerio de Defensa ha decidido desplegar artillería antiaérea en la base de la Brigada Acorazada XII, en El Goloso, en las cercanías de Madrid, y en la base aérea de Getafe. La vigilancia de instalaciones especialmente sensibles se centrará en dos centrales nucleares y en una subestación eléctrica situada en San Sebastián de los Reyes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de marzo de 2005