El portavoz socialista de la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, acusó ayer a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que había denunciado el día anterior que no fue invitada por la Delegación del Gobierno al acto de presentación de los 815 nuevos policías nacionales que prestarán su servicio en Madrid, de "victimismo patético", y dijo que la mandataria madrileña "está quejosa", porque "no la llaman, no la invitan, no la quieren y la asfixian".
Expresó su "perplejidad" por la actuación de Aguirre, que "es impropia" del cargo que ocupa, y reiteró que está "eternamente quejosa: unas veces con el Ayuntamiento, otras con la oposición y las más de las veces con el Gobierno de España".
Por su parte, la presidenta insistió en que esta "exclusión" habría sido "impensable" en cualquier otra comunidad autónoma de España, "no digamos las gobernadas por nacionalistas, sino por el propio PSOE y PP".
Aguirre recordó que remitió una carta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al entender que "ningún acto de este tipo hubiera permitido excluir al presidente de la comunidad, que, entre otras cosas, es el máximo representante del Estado en la Comunidad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de marzo de 2005