El nuevo presidente del Parlamento, Severino Cavalcante, de 74 años, católico ultraconservador, que dice que llegó "al pleno de la gloria" sin estudios "como Lula", y que fue elegido, por sorpresa con 300 votos, por el llamado bajo clero de la Cámara, los diputados anónimos que tienen sólo que obedecer al alto clero de los 100 diputados que cuentan, es un adversario declarado del aborto y del divorcio, del uso de las células madre y de las uniones de personas del mismo género. Dice que "a Dios no le gusta". Para demostrar que no se va a andar con contemplaciones cuando está convencido de una verdad, acaba de mandar suspender la publicación del libro Imágenes de la Cámara, con fotos de acontecimientos relevantes en la casa durante los dos últimos años, los del Gobierno de Lula. La razón es que en la página 68 aparece la foto de dos mujeres besándose en la boca para conmemorar la creación del Frente Parlamentario para la Libre Expresión Sexual. Fuera de lo religioso, su mayor afición, no se sabe si por protesta contra los bancos, es la de tener todo el dinero de su patrimonio en billetes en su casa, como él mismo ha declarado a Hacienda. ¡Genio y figura!-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de marzo de 2005