Un total de 18 miembros de la organización ecologista Greenpeace taponaron ayer dos tuberías de aguas industriales pertenecientes a Fertiberia, una empresa de fertilizantes del Polo Químico onubense, como forma de protesta por la contaminación que sufre la ría de Huelva derivada de la actividad industrial.
Los ecologistas denunciaron que Fertiberia deposita "vertidos tóxicos" en las balsas de fosfoyesos, ubicadas a 500 metros de dos barriadas periféricas de la ciudad, en las marismas del río Tinto.
Fertiberia aseguró ayer que su planta sólo vierte "aguas saladas motorizadas y controladas por la Consejería de Medio Ambiente".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de marzo de 2005