El Ayuntamiento de Barcelona ha recibido 33 peticiones de institutos de la ciudad para que se ponga en marcha el dispositivo preventivo de seguridad y vigilancia en los centros y sus inmediaciones. Lo explicó ayer el concejal de Seguridad y Movilidad, Jordi Hereu, que pidió que se evitara hacer alarmismo porque esta demanda sólo la han formulado 33 de los 833 centros de la capital catalana.
El protocolo de actuación preventiva se activa a petición de la dirección del instituto, las asociaciones de padres y madres, las entidades de vecinos o las administraciones. Las quejas habituales son por vandalismo, consumo de hachís, peleas o pequeños casos de tráfico de drogas.
Se crea entonces una comisión de seguimiento y análisis y para que actúen los departamentos administrativos competentes; por ejemplo, Educación, Bienestar y, si es necesario, la Guardia Urbana. Si la demanda es urgente, los cuerpos policiales intervienen de inmediato, aunque fuentes del Ayuntamiento precisaron que ningún instituto les ha llevado una denuncia grave.
El consistorio no quiso especificar las zonas de la ciudad en las que se concentran las quejas de los institutos para "no estigmatizar ningún centro escolar ni ningún barrio barcelonés".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de marzo de 2005