Ramush Haradinaj, el primer ministro de Kosovo que dimitió el martes para presentarse ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), fue acusado ayer formalmente de 38 cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad. Los hechos habrían ocurrido entre 1998 y 1999, mientras él comandaba el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK).
Formada por albaneses, dicha guerrilla habría perseguido, torturado, violado y asesinado a civiles de la minoría serbia de la provincia. Si es hallado culpable, Haradinaj se expone a cadena perpetua.
La fiscalía del TPIY sostiene que hubo otros dos responsables de las atrocidades: Idriz Balaj y Lahi Brahimaj, en su día también comandantes del ELK. Según el acta de acusación, el trío formó una "asociación criminal con el objetivo de expulsar a los serbios de la zona de Kosovo dominada por la guerrilla". Antes de partir hacia La Haya, Haradinaj aseguró que los cargos son una falsedad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de marzo de 2005