España enmudeció ayer al mediodía en memoria de las 191 víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004. Millones de españoles pararon durante cinco minutos en sus centros de trabajo, en la calle, en los medios de transporte, allí donde se encontraban, para recordar en silencio a los ciudadanos masacrados por el terrorismo islamista.
La inauguración del Bosque de los Ausentes, un promontorio con olivos y cipreses levantado en el parque del Retiro de Madrid, a escasa distancia de la estación de Atocha, donde explotaron las primeras bombas en los trenes, fue el acto principal de la jornada. Los Reyes de España presidieron una ceremonia sin palabras, en la que sólo se interpretó el Cant dels ocells (Canto de los pájaros), de Pau Casals, acompañados por jefes de Estado y de Gobierno, además de los representantes de las principales instituciones del Estado.
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El rey de Marruecos, Mohamed VI, alabó en una declaración oficial la conducta de los españoles por no caer en un sentimiento antimarroquí después del atentado. La Unión Europea conmemoró también ayer, por primera vez, el Día de las Víctimas del Terrorismo.
El cardenal Antonio María Rouco Varela ofició un funeral de Estado en memoria de las víctimas en la catedral de la Almudena de la capital, con el que culminaron las actos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de marzo de 2005