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La familia de Jokin denuncia a la dirección del instituto de Hondarribia

Jokin se quitó la vida el pasado 21 de septiembre arrojándose desde la muralla de Hondarribia (Guipúzcoa). El chaval, de 14 años, venía sufriendo desde hacía meses el acoso sistemático de un grupo de compañeros de su clase, el 4º A de ESO del Instituto Talaia. Ahora, después de conocer las declaraciones prestadas ante la Ertzaintza por los ocho presuntos agresores y el resto de los compañeros de su hijo, a los padres de Jokin no les cabe ninguna duda de que la dirección del centro sabía del calvario por el que estaba pasando y no hizo nada por remediarlo. Ayer, presentaron en el juzgado de Irún una denuncia contra el director, el jefe de estudios, la tutora de 4ºA y su profesora de Biología. Según numerosos testimonios, fue durante la clase de Biología del 15 de septiembre pasado cuando Jokin sufrió su última vejación.

Según el texto de la denuncia, y en virtud de los testimonios de 19 alumnos de 4º A, fue la profesora de Biología la que "ordenó a Jokin recoger los rollos de papel higiénico que otros alumnos habían arrojado en el aula mofándose de él y humillándole" y tomó la decisión a pesar de que en la pizarra se podía leer la palabra "cagón" junto al nombre de Jokin. Aquel 15 de septiembre, miércoles, fue el último día que el chaval fue a clase. El jueves y el viernes hizo novillos. Durante el fin de semana, sus padres consiguieron que Jokin les confesara que había recibido una paliza el lunes, otra el martes, otra el miércoles... Los forenses encontraron hasta cinco zonas de su cuerpo con claros signos de haber sido golpeado.

Según el texto de la denuncia, los padres consideran acreditado que "los insultos, vejaciones, burlas y agresiones físicas que venía sufriendo Jokin se producían en cualquier lugar del centro escolar, ya fuese en el aula, en el gimnasio, en el patio, etc..., por lo que resulta difícilmente comprensible, por no decir imposible, creer que el profesorado no estuviera al tanto de lo que venía ocurriendo". Los padres piden además que se tome declaración a uno de los tíos de Jokin, a quien el director del centro, Francisco Zu-belzu, le comentó la misma tarde de la tragedia: "Estos chicos han estado comportándose como una banda de mafiosos. Quizás hemos actuado con demasiada lentitud".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de marzo de 2005