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El regreso de Jane Fonda

El año pasado, la actriz Jane Fonda volvió a la actualidad informativa sin proponérselo al aparecer en un montaje fotográfico junto al candidato demócrata John Kerry, al que sus enemigos quisieron perjudicar asociándolo con la activista anti-Vietnam de los setenta. Pero aquello fue sólo un aperitivo comparado con la sobredosis de Jane Fonda que narcotizará a los estadounidenses durante las próximas semanas. La actriz, de 67 años, galardonada con dos oscars, pero cuya fama se debe más a su vida fuera que dentro de la pantalla, tendrá que ser operada de una cadera en un futuro próximo, publicará en abril su autobiografía, My life so far, y estrenará en mayo la película Monster in-law junto a la siempre polémica Jennifer López. En las 600 páginas del libro, del que no se le darán adelantos a la prensa, el mito sexual que encarnó a Barbarella parece querer volver a dar lecciones a los estadounidenses, pero esta vez de corte más espiritual que antaño. Tras haber sido pionera en el binomio "famosa y activista", del que luego han tomado ejemplo Susan Sarandon o Sean Penn, la hija de Henry Fonda le enseñó a Estados Unidos a cuidar de su cuerpo en los ochenta con sus famosos vídeos de gimnasia. Tras desaparecer en los noventa en los brazos del multimillonario Ted Turner hasta su divorcio en 2001, Jane Fonda vuelve para intentar dar ejemplo. Pero la llave de su éxito, en un mundo mucho más poblado de estrellas que hace tres décadas, esta vez dependerá más del talento de sus representantes que de su capacidad de seducción.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de marzo de 2005