El Puerto de Valencia dio ayer carpetazo, al menos temporalmente, a su última crisis. Los transportistas volvieron al trabajo tras parar durante buena parte del jueves y todo el viernes para protestar por la detención de diez compañeros acusados de supuestas amenazas y coacciones y que el viernes fueron puestos en libertad provisional sin fianza. El puerto puede sumar entre 3.000 y 3.500 servicios al día. Ayer hubo más actividad en algunos puntos, como en la terminal de Marítima Valenciana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de marzo de 2005