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OPINIÓN DEL LECTOR

Bomberos y bomberitas

No salgo de mi asombro. Tan injusto como me parecería que a una mujer se le negase un trabajo reuniendo las condiciones o puntuaciones precisas, sólo por el hecho de serlo, me resulta lo contrario. Y más en una actividad como la de bombero, en que las aptitudes físicas son prioritarias.

Sólo hay que darse una vuelta por la calle para comprobar el, para mí y para otros con quienes lo he hablado, disparate de ver con el uniforme de policía a auténticos alfeñiques de sexo femenino. He viajado un poco, y no me ha extrañado ver mujeres policía en Nueva York perfectamente capaces de enfrentarse a cualquier hombre sin necesidad de recurrir al arma, pero aquí asombra encontrarse con funcionarias de una talla, una anchura de hombros y una delgadez de extremidades a las que cuesta imaginar reduciendo sin utilizar su arma, por mucho kárate que le echen a la cosa, a un delincuente.

Pero ellas, al menos, podrían disparar llegado el caso, ¿pero a qué medida alternativa a la fuerza física puede recurrir un bombero que debe cargar con una persona inconsciente en la profundidad de un incendio? Me parece una auténtica postura demagógica y de la peor "corrección política" la medida que prepara el Consistorio madrileño avalada por Comisiones Obreras.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de marzo de 2005