Una niña de cinco años falleció ayer y su padre resultó herido en un incendio en la vivienda familiar, en Alicante. La policía detuvo al progenitor José Rovira Quiles, de 55 años, como sospechoso de haber provocado el incendio. Los bomberos sostienen que el fuego tuvo dos focos distintos. El hombre, hospitalizado y bajo custodia policial, había sido absuelto de una denuncia por coacciones de su mujer.
José Rovira Quiles, de 55 años, está detenido como sospechoso de la autoría del incendio de la casa, ubicada en el número 9 de la calle de Aparisi Guijarro, en el Garbinet, un barrio humilde en la zona norte de Alicante. La policía está a la espera de la recuperación del hombre (su estado no reviste gravedad) para ponerlo a disposición del juez.
El sospechoso, quien se encuentra en trámites de separación de su compañera, fue denunciado hace unos meses por su mujer por amenazas. Como medida cautelar, el Juzgado de Instrucción número 6 de Alicante dictó una orden de alejamiento de su mujer de 200 metros. Apenas diez días después, la medida de protección fue revocada y el hombre, absuelto por el Juzgado de Instrucción número 9, encargado de enjuiciar el caso por el procedimiento rápido. La mujer no compareció y el juez lo absolvió por falta de pruebas.
El domingo, según el relato de varios vecinos, el hombre invitó a comer a su compañera, con quien tenía cinco hijos, y le pidió que le dejara pasar esa noche con la pequeña. Momentos después de conocerse el trágico suceso, vecinos de la pareja manifestaron que, días antes, el hombre la amenazó con quemar la vivienda. "Prometió que la casa no sería ni para ella ni para él", relató una vecina. Además, la noche del domingo, el detenido cenó con sus amigos, "a modo de despedida".
Según los bomberos, el fuego se declaró a las 8.10 horas, en dos focos distintos del piso. El primero se produjo en una habitación desocupada con literas, al principio de la vivienda; y el segundo, en el comedor. El padre de la menor y ésta dormían en otra habitación interior. "Estaba todo bien hermetizado, y la puerta cerrada con llave", describió el sargento del parque municipal de bomberos que intervino. Las llamas originaron una extensa humareda que se extendió rápidamente por todas las estancias del piso, situado en la tercera planta de un inmueble de cuatro alturas.
Cuando los bomberos accedieron a la habitación donde dormía la pequeña, ésta ya había fallecido, como consecuencia de la inhalación de monóxido de carbono. Su padre fue trasladado al Hospital General de Alicante, donde anoche permanecía bajo custodia policial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de marzo de 2005