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Crítica:CRÍTICAS

Decisiones sin sentido

Una treintañera (guapa, culta, liberal y con una vida desahogada) debe acudir a la boda de su hermanastra pero no quiere presentarse soltera y sin compromiso teniendo en cuenta que su ex novio es el padrino. Así que no se le ocurre nada mejor que alquilar durante un fin de semana los servicios de un gigoló que se haga pasar por su pareja, para lo que se gasta 6.000 dólares. Se ve que no tiene amigos, o igual es que no tiene ni pies ni cabeza (la película).

Al absurdo planteamiento (son los 10 primeros minutos) de El día de la boda, cuarta obra de la desconocida Clare Kilner, sólo le podía seguir un desenlace obvio: el amor surge más allá del dinero, del disimulo y de un oscuro pasado.

EL DÍA DE LA BODA

Dirección: Clare Kilner. Intérpretes: Debra Messing, Dermot Mulroney, Amy Adams, Jack Davenport. Género: comedia romántica. EE UU, 2005. Duración: 90 minutos.

Lo malo de la película no es que huela a aprovechamiento comercial de otros éxitos, de La boda de mi mejor amigo (en la que, por cierto, ya estaba el inexpresivo Dermot Mulroney), a Cuatro bodas y un funeral, pasando por Pretty woman; ni siquiera la absoluta carencia de talento cómico en una escritura que, para más inri, se basa en ¡una novela!

Lo peor es la poca capacidad para demostrar narrativamente que en esa pareja ha surgido el amor y no la evidente meta a la que había que llegar en el guión desde el primer minuto. Todo ello aderezado con unos títulos de crédito dignos de la portada de una novela de Corín Tellado y una banda sonora repleta de éxitos del pop más suave.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de marzo de 2005