La didáctica de la danza moderna y contemporánea tiene sus propias reglas, algunas de las cuales es evidente que en este taller no se cumplen o se desechan en busca de un tono efectista poco edificante, de dudosa utilidad formativa. Hay en escena proliferación de objetos, la manía de los textos que siempre sobran y son ajenos a la danza misma. También es ocioso llenar al debutante de falsas catarsis expresivas. La bulla y el ruido material no siempre ayudan, no son la danza. Allí se vio un todo de violencia, tensión, estruendos.
Berdayes es un buen creador, pero su estilo neogótico y tenebrista no casa con la iniciación profesional de la plantilla. Hubo ternura en el solo de improvisación: una muchacha a la que no dan nombre con una rosa, en un espacio estrecho acotado por la luz. Quizás fue lo mejor, lo más auténtico de la velada. Y es incomprensible que se mutile la pieza de Pärt Für Alina (el propio compositor ha dicho que no quiere que se use mal). Los chicos están mucho mejor preparados que las chicas, tanto en entrenamiento como en concentración y entrega teatral.
Taller de Danza Contemporánea RCPD
Coreografías de Pedro Berdäyes y José Reches; música: Borja Ramos, Franz Schubert, Peter Gabriel, Emir Kosturika y Arvö Part; luces: Marta Piñero y Gloria Montesinos; escenografía y vestuario: Elisa Sanz. Centro de Nuevos Creadores. Sala Mirador, Madrid. 17 de marzo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 19 de marzo de 2005