El distrito de Macarena, que abarca 41,22 kilómetros cuadrados, es el más extenso de Sevilla, y también el más populoso, con 154.707 habitantes. Su población, similar a la de otras capitales de provincia, representaba el 21,68% del censo municipal en 2003. Su dimensión es una de las razones que explica la reforma que baraja el gobierno municipal de Sevilla para dividirlo en dos: Macarena pasará a denominar un distrito de 24 barrios (alrededor de 82.000 vecinos) y Pino Montano-San Jerónimo aglutinará los 24 barrios restantes (unos 72.000 habitantes).
En los últimos años, además, el distrito se ha caracterizado por albergar la mayor concentración de inmigrantes de la ciudad: el 36,1% de las nuevas altas de población registradas en 2002 en la zona procedían de vecinos extranjeros. El 22% eran incorporaciones de personas procedentes de otros lugares de España, mientras que el 14% llegaron de otras provincias andaluzas.
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A pesar del aumento de extranjeros en el vecindario, su cifra sigue siendo baja en comparación con otras capitales andaluzas como Málaga o Almería. El Boletín Demográfico de Sevilla de 2003 recogía una cifra de 4.564 extranjeros en el distrito. La nacionalidad de más peso ese año era la ecuatoriana, con el 20,2%, seguida de la marroquí. Asimismo, se observaba una tendencia creciente en la llegada de extranjeros procedentes de Latinoamérica, en detrimento de los provenientes de Áfica y países de Europa.
A pesar de tratarse del distrito más poblado, Macarena tiene una de las densidades de población más bajas de Sevilla (3.797 habitantes por kilómetro cuadrado) debido a la localización de varias zonas industriales y parcelas sin urbanizar dentro de su perímetro, que contrastan con los barrios incluidos dentro de las murallas, en la zona más próxima al casco histórico, que llegan a contar con 50.000 habitantes por kilómetro cuadrado, como es el casos de El Rocío o Santa Justa y Rufina-Parque Miraflores.
El envejecimiento de la población es menos acusada en este distrito que en el conjunto de la ciudad, aunque se dan diferencias notables entre unos barrios y otros. El caso más preocupante se da en Pío XII, donde hay 355 ancianos por cada 100 menores de 15 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de marzo de 2005