Semana de vaivenes en los principales índices europeos, que se salda con ligeras cesiones que en ningún caso alcanzan el punto porcentual. Las moderadas revalorizaciones en el tramo final sirven para paliar parte de las pérdidas producidas el miércoles, donde la conjunción de los máximos anuales del petróleo y el aumento de la aversión al riesgo tras la drástica reducción de las previsiones de beneficios por parte de General Motors provocaron en buena parte las cesiones. El efecto arrastre sobre las compañías automovilísticas europeas es el principal motivo del mal comportamiento de este sector, que ha finalizado acumulando pérdidas del 2,5%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de marzo de 2005