Ha abierto sus puertas hace poco en pleno barrio de Chueca y conoce un éxito desbordante. Su oferta la componen platos sanos y desenfadados tarifados a precios razonables. La clave está en los noodles, o fideos asiáticos, que intervienen en casi todas sus recetas. Los hay gruesos o finos, elaborados con pasta de arroz o bien con trigo o pasta de soja. Se combinan con carnes de pollo o salmón y también con gambas, verduras y frutos secos, además de especias y hierbas aromáticas.
En su carta figuran 25 especialidades que recorren el variado mapa asiático. Un listado en el que se encuentra un poco de todo. Platos que inciden en la cocina japonesa, junto a otros que se pasean por la china o entran de pleno en la tailandesa.
Por lo general, cuencos abundantes, montados de forma vistosa que a veces resultan estrictamente vegetarianos cuando no algo picantes, condición que se reseña con un divertido pictograma.
Como en todas partes, en su oferta alternan las cosas aceptables junto a las menos conseguidas. A la ensalada de tempura de cangrejo le sobra algo de grasa. En cambio, la sopa de miso es espléndida.
Merecen la pena los fideos de soja fritos con verduras, los de soja y cerdo y también el arroz al wok, con bambú y setas chinas. Entre los postres, sorbetes y helados originales, como el de coco y curry. Y una tarta de queso anodina al lado de otra de chocolate negro interesante. El local, puro alarde de minimalismo, no es apto para fumadores. Se come sobre manteles de papel en incómodas mesas y bancos corridos sin respaldo. El servicio compensa su aceleración con bastante eficacia.
Circus. Libertad, 13. Teléfono 91 522 52 15. No cierra. Precio medio: alrededor de 18 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de marzo de 2005