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OPINIÓN DEL LECTOR

Celo policial

El día 20 de marzo, Domingo de Ramos, asistí en Sevilla a la siguiente escena: la Policía Local cortaba los hilos de los globos que vendía un grupo de jóvenes en los alrededores del Porvenir, cuando procesionaba la Hermandad de la Paz por el barrio. Comprendo que hay que tener permisos, licencias y otros papeles para ejercer la venta ambulante, pero en la acción de estos guardias sólo veo mala leche. Pensarán que si les ponen una multa no la pagarán y que si les requisan el material no sabrán dónde meterlo, y cuál es la solución: mandar los globos al cielo. Muy inteligente.

Me pregunto quién habrá dado esa orden a la Policía Local o si ha sido iniciativa propia. En cualquier caso, es probable que el responsable esté santiguándose al paso de algún Cristo o de alguna Virgen, mientras impide que unos chavales se busquen la vida.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de marzo de 2005