El inglés se ha generalizado como primera lengua extranjera en toda Cataluña. Sin embargo, son pocos los alumnos que después de pasar años estudiando esta lengua, pueden hablarla con corrección y fluidez.
Por lo que hace referencia al aprendizaje de segundas lenguas extranjeras -generalmente francés o alemán-, parece que todavía estamos peor. Este es el caso del IES Marianao de Sant Boi de Llobregat, donde enseño alemán como segunda lengua extranjera y optativa a partir de tercero de la ESO. El alumnado dispone de tres horas semanales tanto en tercero como en cuarto. Estaría bien que los alumnos comenzasen a aprender esta lengua ya en primero de ESO y, evidentemente, garantizando el mínimo de las tres horas semanales, porque sin esa frecuencia mínima desde un principio no vale la pena avanzar la edad de aprender un idioma.
El problema viene cuando los alumnos quieren continuar el segundo idioma extranjero en Bachillerato, ya que de las tres horas se pasa a tener sólo dos, insuficiente para tener un dominio de éstas o de cualquier otra segunda lengua extranjera, mínimamente aceptable. Creo que el actual sistema educativo se tendría que replantear este aspecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de marzo de 2005