Los operarios de asfaltado aprovechan la menor circulación de la capital por la llegada de la Semana Santa para pavimentar los puntos más céntricos de la capital. Ayer le tocó a la plaza de la Independencia con la impertérrita Puerta de Alcalá como testigo mudo del trabajo denodado de una decena de empleados. La operación continuará estos días festivos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de marzo de 2005