Los planes de previsión complementarios a la jubilación han experimentado un espectacular aumento en Euskadi, donde el número de adhesiones a estos productos financieros ha pasado de 229.000 en 1991 a 994.759 en 2003, un incremento del 334%. El envejecimiento de la población, las dudas sobre el futuro de las pensiones públicas, la reducción de la vida laboral y las ventajas fiscales son algunos de los factores que llevan a los ciudadanos a suscribir estos planes. El Gobierno ya anunció en 2001 su intención de potenciar las Entidades de Previsión Social Voluntarias (EPSV) para contrarrestar los "riesgos" del sistema público.Estos planes de previsión social, exclusivos del País Vasco, han experimentado un importante aumento, al pasar de los citados 229.000 a 994.759 en doce años. Según datos del Gobierno sobre 2003, las cuotas anuales también se multiplicaron por cuatro, ya que en 1991 sumaron 282,48 millones de euros y en dicho ejercicio rondaron los 1.089,2 millones.
El patrimonio global alcanzado por el conjunto de las entidades que las captan ascendía a finales de 2003 a 11.550 millones frente a los 2.073 millones de 1991. Entre las distintas modalidades, dominan las de empleo, las que se pagan entre el trabajador y la empresa, que suponen el 24% de las adhesiones y concentran el 55% del patrimonio. El índice de penetración de las EPSV de la modalidad de empleo alcanza al 27% de la población ocupada de la comunidad autónoma.
En 2003, el patrimonio acumulado por las EPSV en Euskadi suponía el 24% del PIB vasco, mientras que los fondos de los planes y fondos de pensiones en el conjunto de España rondaban el 8% del PIB nacional. Las entidades financieras también han apreciado dicho incremento ya que, por ejemplo, la Kutxa tenía en 1994 unos 12.000 partícipes de planes de previsión individual y actualmente suman casi 83.000.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de marzo de 2005