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El sevillano acusado del asesinato de una fiscal boliviana será juzgado el 3 de mayo

El juicio del caso de Javier Villanueva, el sevillano encarcelado en Bolivia acusado del asesinato de la fiscal Mónica von Borríes en febrero de 2004, comenzará el próximo 3 de mayo en Santa Cruz de la Sierra. Villanueva está acusado por la Fiscalía de ser el autor material de la colocación de la bomba que mató a Von Borríes y de pertenecer a una organización criminal liderada por el ciudadano italiano Marco Marino Diodato. Aunque todavía no hay confirmación oficial a las parte implicadas, el padre del joven, Francisco Villanueva confirmó ayer que el juicio comenzará el 3 de mayo, tal y como han adelantado los periódicos locales, y que su hijo se enfrenta a una pena máxima de 30 años de cárcel.

Villanueva lleva más de un año preso en el país suramericano. Después de pasar unas semanas en las dependencias de la Policía Técnica Judicial, el 7 de mayo de 2004 fue trasladado al penal de Palmasola, situado a unos 15 kilómetros de Santa Cruz. Y desde entonces permanece encarcelado en una celda alejada del resto de los reclusos para garantizar su seguridad.

El padre del sevillano ha visitado en siete ocasiones el país andino. Actualmente, cuenta con un equipo de cuatro abogados que han intentado que Villanueva, al menos, pasase fuera de la cárcel la espera hasta el juicio. En febrero pasado, uno de los tres inculpados, el brasileño Ricardo Borba, se retractó de la declaración que hizo ante la policía que inculpaba a Villanueva. Pero unos días después, apareció en una entrevista en una cadena de televisión local volviéndose a reafirmar.

Villanueva, desde que fue detenido, ha defendido su inocencia y ha acusado a la policía boliviana de torturarle. El Defensor del Pueblo de Bolivia llegó plantear serias dudas sobre el proceso de detención del ciudadano español y denunció que durante unas horas no se sabe dónde estuvo Villanueva. El sevillano sostiene que, durante ese tiempo, fue torturado y obligado a grabar un vídeo en el que se autoinculpó. Las fuerzas de seguridad bolivianas afirman que las marcas que presentaba en el cuerpo fueron el resultado del forcejeo durante la detención.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de marzo de 2005