La Comisión de Política Cultural del Parlament ha aprobado una proposición no de ley encaminada a conservar los bienes muebles de la Iglesia.
La iniciativa, presentada por el grupo de Convergència i Unió, consiguió el compromiso unánime de todos los partidos para realizar un inventario que "permita conocer el patrimonio de la Iglesia y así poder protegerlo", según la diputada Carme-Laura Gil, que actuó de portavoz de CiU en la defensa de la proposición. "Este inventario, que en realidad es un plan de actuación para los próximos años, se realizará de acuerdo con los propietarios, los obispados, y permitirá dar un nuevo impulso a una labor que se ha realizado en los últimos años, pero de forma parcial", afirma Gil.
La diputada añade: "El inventario es necesario tras las continuas desapariciones del patrimonio de iglesias y ermitas catalanas, y permitirá conocer la importancia de cada obra y así adoptar las medidas de preservación adecuadas, en el lugar donde se encuentre o trasladándola al museo correspondiente, donde tendrá garantizadas todas las medidas de seguridad. En ese caso el original sería sustituido por réplicas exactas". Gil pone como ejemplo las esculturas de madera del valle de Bohí -expuestas recientemente en el MNAC, su actual ubicación-, que han sido reemplazadas por reproducciones rigurosas en su lugar de origen.
La proposición aprobada insta al Gobierno de la Generalitat "a continuar trabajando con los obispados catalanes para inventariar, documentar exhaustivamente y asegurar la conservación y la correcta difusión del patrimonio mueble de la Iglesia, mediante los instrumentos pactados con los respectivos obispados". También se alcanzó un compromiso para que el Gobierno dé explicaciones, dentro de cuatro meses, de los avances realizados en esta labor. El inventario, concluye Carme-Laura Gil, "permitirá conocer también obras de arte religiosas que, si bien no son excepcionales, son fundamentales, por tradición, dentro de cada comunidad".
Disminuyen los robos
Y es que los robos de obras de arte sacro, aunque han disminuido en los últimos años, no han desaparecido. Según datos del grupo de patrimonio histórico de los Mossos d'Esquadra, en 2004 se cometieron siete robos en las iglesias catalanas, sobre todo en las comarcas de Girona y Lleida. El más destacado fue el perpetrado en la ermita de Sant Llorenç de les Arenes, en Foixà (Baix Empordà), donde los ladrones robaron siete capiteles románicos, dos de los cuales fueron recuperados y entregados por los Mossos al Museo Diocesano de Girona. Los cinco capiteles restantes no han aparecido.
La Comisión de Política Cultural debatió también otra proposición no de ley presentada por el PP para que la casa del arquitecto y político Josep Puig i Cadafalch en Barcelona volviera a tener la consideración legal de monumento histórico-artístico que perdió en septiembre de 2004. En este caso la iniciativa parlamentaria fue rechazada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de marzo de 2005