Los 25 años de gobierno ininterrumpido del PNV han creado en nuestra tierra una cultura política basada en los mitos de la tradición nacionalista y en la creencia de que "en Euskadi se vive estupendamente". Magnífica labor de propaganda producto del permanente dominio peneuvista y de una sociedad como la vasca, atemorizada y anestesiada por la amenaza terrorista, que ya no distingue entre el partido gobernante y la Administración pública. Por eso no podemos seguir obviando los problemas de Euskadi: el terrorismo etarra aleja del País Vasco millones de euros en inversiones empresariales; continúa habiendo más de 70.000 vascos en el paro; la Universidad pública se viene abajo; el euskera se ha convertido en un instrumento discriminatorio, y un largo etcétera. Euskadi no necesita "planes" fundados sobre mitos, sino gobiernos que garanticen la convivencia, el progreso económico y el bienestar de los vascos. Necesitamos un cambio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de marzo de 2005