Itziar Rozas comienza este texto teatral, Una sola noche, publicado en edición bilingüe, con la advertencia de que se escribió antes de las conmociones sociales por los ataques terroristas en Nueva York y en Madrid. Advertencia que pone en la pista al lector de encontrarse ante una fábula moral sobre la destrucción, sobre el famoso botón rojo del punto final.
"Expresión de los límites", la cita de John Berger que encabeza la expresión textual, plantea un regreso al interior, al origen, un recorrido de vuelta hacia aquel sitio que existía antes de que nos llegáramos a la vida. Entre el crepúsculo y el amanecer, límites simbólicos de un tiempo cerrado, los personajes muestran sus caracteres en los espacios de la pérdida: cárcel o desolación en la calle.
El texto de Itziar Rozas se sitúa en las fronteras simbólicas y dentro de un estilo que busca ejercer la reflexión y la intranquilidad en el espectador, en este caso el lector.
Situados frente a la última noche antes de que llegue la destrucción total, los personajes toman posiciones distintas ante un hecho que se propone como definitivo e ineludible. La tensión de la espera y la distensión son las claves dramáticas fundamentales con las que juega la autora, inscrita su preocupación en un examen de la injusticia social y alusiones al trato a los inmigrantes, carácter que se inscribe en su obra como una de las claves centrales.
Los personajes, encerrados en una situación de la que no pueden salir -nadie puede escapar a su destino-, utilizan una expresión estilística centrada en un dicción expresionista y en el subrayado de la soledad, a través de monólogos sucesivos.
Itziar Rozas: Una sola noche. Gaur bakar bat. Hiru. Hondarribia. 2004. 191 páginas. 10 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de marzo de 2005