Los representantes de los que se manifiestan en contra de la ley antitabaco alegan, con su postura, que producirá un deterioro en la salud de la economía.
Yo llevo deteriorando mi salud 34 años. Por eso, con esta ley digo: ¡por fin se tienen en cuenta los derechos de los "no fumadores"! y deseo que siga adelante. Cuando entras en un restaurante (no sé si en todos), te preguntan si prefieres la zona de fumador o la de no fumador. Esto, un "no fumador" lo agradece; sin embargo, los "fumadores" llevan años sin agradecer que hayan podido fumar sin ninguna restricción, tanto legal como educacional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de marzo de 2005