A la ponencia parlamentaria para la reforma del Estatuto de Autonomía le quedan sólo una o dos semanas de trabajo para finalizar la redacción del proyecto en primera lectura, a falta del título relativo a la financiación. Ayer abordó el último bloque del capítulo de competencias y aprobó las relativas a agricultura, caza y pesca. En paralelo, sin embargo, el líder de CiU, Artur Mas, continuó su escalada de descalificaciones contra el presidente Pasqual Maragall, a quien acusó de utilizar el proceso estatutario para buscar "un liderazgo inexistente" y aseguró que no se prestará a ello. Los tres grupos de la izquierda temen cada día más que CiU esté buscando una coartada para descolgarse de la reforma.
El Gobierno y los tres partidos que lo apoyan negocian a toda prisa una propuesta conjunta para el título relativo a la financiación de la Generalitat, con la pretensión de que la ponencia pueda abordarlo en una semana o dos. El portavoz de ERC, Joan Ridao especificó anoche que el acuerdo "está por negociar" con su partido.
La propuesta incluiría, según fuentes cercanas a Economía citadas por Efe, un aumento de la participación de la Generalitat en tributos recaudados por el Estado que permita que la financiación de la Generalitat por este concepto pueda pasar del actual 16% hasta un máximo del 21%. Fuentes de Economía negaron a este diario tales cifras.
Este enfoque fue ya rechazado ayer por el diputado de CiU Francesc Homs, quien aseguró que la coalición nacionalista no apoyará una reforma del Estatut que no incluya una financiación basada en la idea del concierto bilateral Estado-Generalitat.
Esta advertencia de Homs se sumó a su rechazo, en la reunión de la ponencia, de la pretensión de que la reforma del Estatut incluya un extenso capítulo dedicado a la Administración local, a la que se reconozca la consideración de Administración de la Generalitat. Este es un asunto considerado de máxima importancia por los tres partidos de la izquierda.
La ponencia finalizó la redacción del título relativo a las instituciones. Sin embargo, CiU mantuvo su reserva global a todo el título, pues considera que una gran parte de su contenido debe segregarse del Estatuto de Autonomía e incluirse en una futura ley del Parlament a la que denomina Estatuto interior de Cataluña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de marzo de 2005