Las reacciones tras la publicación del último boletín del Banco de España sobre la deuda, publicado el martes, no se salieron ayer del guión habitual. El consejero de Economía, Gerardo Camps, repitió que la deuda "ocupa pero no preocupa" ya que es "perfectamente asumible para las arcas públicas de la Generalitat". Mientras, los partidos de la oposición reiteraron su preocupación por las elevadas cifras que ha alcanzado la deuda, que al final del año 2004 sumaba 9.345 millones de euros -poco menos que los presupuestos de la Generalitat para 2005-, equivalentes a un 12% del PIB valenciano.
El secretario de Economía del PSPV, Enrique Villarreal, afirmó que la "realidad económica" de cifras como la deuda del Consell sirve para "desenmascarar las mentiras" del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y confirman "la situación de despilfarro e ineficacia que arrastra" la Generalitat. Villarreal afirmó que el aumento de la deuda "provoca que servicios esenciales como la educación o la sanidad no puedan prestarse con los mínimos de calidad exigibles". Por su parte, el portavoz adjunto de EU-L'Entesa en las Cortes Valencianas, Joan Antoni Oltra, acusó al PP de "hipotecar el futuro" y de "poner en venta a la Generalitat".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 31 de marzo de 2005