El pasado 17 de marzo de 2005 asistimos a la representación de la obra El método Grönholm, de Jordi Galceran, un acto programado por el Colegio de Psicólogos de Cataluña para que sus asociados pudieran entrar en contacto no sólo con la obra, sino con su autor y actores durante el coloquio posterior.
A Jordi Galceran le agradecemos encarecidamente su perspicaz visión del mundo empresarial y su habilidad literaria y humorística.
Tras una muy agradable velada reiteradamente aplaudida por nuestro colectivo, empezó el coloquio con el autor. Sus palabras, que en principio nos parecieron provocación para estimular el diálogo, fueron derivando en un discurso ácido y cínico sobre nuestra profesión, basado, según él mismo admitió, en un desconocimiento total de la misma.
Los psicólogos estamos acostumbrados a tolerar comentarios del tipo "yo también soy un poco psicólogo" en boca de personas ajenas a la profesión, como si se tratase de una habilidad innata y no sujeta a una formación extensa y continuada a lo largo de la vida profesional.
Lamentablemente, hemos comprobado que en el mundo del teatro también existen personas que se consideran "un poco psicólogos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de abril de 2005