El pequeño pueblo madrileño Belmonte de Tajo se ha puesto de gala y ha inaugurado varias obras públicas y privadas. El Ayuntamiento ha puesto iluminación especial a su principal monumento, la iglesia del siglo XVI de Nuestra Señora de la Estrella y h recuperado varios espacios verdes como El Horcajo y la Tejera, tradicionalmente usados por el ganado.
La iniciativa privada, con la ayuda de fondos Europeos del programa Proder a través de la gestión de Aracove (Asociación para el Desarrollo de la Comarca de las Vegas), ha estrenado el primer hotel y restaurante del municipio. Se llama La Casa Alta y aúna la restauración integral de una casona de labradores del siglo XVIII con un diseño interior moderno. Este nuevo alojamiento rural cuenta con un hermoso patio, una cueva, biblioteca y un huerto-jardín. La restauración del edificio ha llevado más de tres años de trabajo y la inversión total ha sido 113.277 euros. El restaurante ofrece una cocina de fusión española y búlgara, pues el propietario ofrece platos típicos de su tierra junto a cocina castellana.
Belmonte tiene 1.200 vecinos y está situado en el sureste regional, a 55 km de la capital. Eminentemente agrícola y ganadero, su paisaje alterna la campiña con el monte bajo, los encinares y pinares con alamedas, donde brotan fuentes que nacen de pequeños arroyos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de abril de 2005