El Festival Coral Internacional de Álava, que ayer se presentó en Vitoria, reunirá en septiembre a ocho coros de Europa y América que actuarán en la mayor parte de las localidades alavesas. Será su primera edición, pero también se puede considerar su 23ª convocatoria, ya que la tradicional Semana Coral sólo ha cambiado de nombre. La razón: el relevo en el patrocinio de la Caja Vital, que ha pasado al Gobierno vasco.
La entidad financiera decidió el pasado mes de diciembre retirar su apoyo a esta convocatoria con la polifonía vocal, como también hizo con el Festival de Fol-klore. Los argumentos esgrimidos por la nueva dirección de la Caja Vital, controlada por el PSE y el PP, apuntaban a una nueva línea en los patrocinios de la Obra Social. La decisión cayó como un jarro de agua fría en numerosos municipios que sólo tenían esta cita anual con la música como oferta cultural en directo.
La organización de la Semana Coral, con su director Javier Cameno González de Zarate, se mantiene al frente del nuevo Festival, con lo que se garantiza la continuidad de la propuesta.
Así, y como ha sucedido en ediciones anteriores, la programación de este año combina corales de tradiciones tan dispares como la cubana y la búlgara, como se podrá comprobar entre el 2 y el 9 de septiembre en la mayor parte de pueblos y barrios del conjunto de las siete cuadrillas de Álava, incluida Vitoria, además de los dos municipios del enclave de Treviño. En total, están previstos sesenta conciertos.
El apoyo del Gobierno vasco mantiene una cita que, después de 23 años, se había convertido en una de las principales ofertas musicales en Álava para el aficionado a la música. Las formaciones participantes en esta ocasión son el coro municipal de Brandsen (Argentina); el coro Sonidos Eslavos de Sofía (Bulgaria); el grupo vocal Leo de La Habana (Cuba); el coro Bach, de Utrech (Holanda); la formación Canticum Novum, de Székesfehérvár (Hungría); el coro de la Universidad Católica de Lublin (Polonia); el Orfeón Caribeño, de San Juan de Puerto Rico, y el coro Cantus, de San Petersburgo (Rusia).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 2 de abril de 2005