Acabo de leer una columna de opinión de Trini Simó acerca de las Fallas y me he sentido completamente identificada con todo lo que expone; estoy segura de que somos muchos los valencianos que así pensamos. Entonces, ¿de qué forma podríamos canalizar este sentir para que en las altas esferas se enteren? Yo hace años protestaba, firmaba, hablaba con la comisión de mi falla, y actualmente con sentimientos de impotencia, me voy de la ciudad en cuanto puedo y con rabia.
Pienso que las Fallas se pueden reconducir de modo que nos podamos sentir orgullosos de ellas en lugar de avergonzados y con sentimientos de animadversión hacia los festeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de abril de 2005