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Reportaje:

Un día sin coche oficial

La huelga de los chóferes de la Administración catalana lleva a los altos cargos a desplazarse en taxi o vehículos particulares

Salvo los consejeros, prácticamente todos los altos cargos del Gobierno de la Generalitat se quedaron ayer sin coche oficial y tuvieron que desplazarse en transporte público -utilizaron sobre todo taxis- o en sus vehículos privados. La causa es la huelga que los 124 chóferes de la Administración mantienen para reivindicar que se equiparen sus sueldos, ya que sus contratos se rigen por una doble escala salarial. El paro, que está previsto que finalice hoy, tuvo un seguimiento del 85%, según la Agrupación de Chóferes de Representación, y del 46,75% según el Gobierno y, además, se realizaron protestas ante las consejerías.

Pero más allá de las cifras, la huelga supone un trastorno en el día a día de los departamentos del Gobierno. Y no sólo ayer y hoy, porque la antesala de la actual protesta es la huelga de celo que los conductores iniciaron a mediados de marzo. Desde entonces cumplen rigurosamente con su horario, de siete de la mañana a las diez de la noche los días laborables, un celo que en alguna ocasión llevó al conseller en cap, Josep Bargalló, o a la consejera de Interior, Montserrat Tura, a desplazarse con sus vehículos particulares, explican fuentes oficiales. Las mismas que confirman que "días atrás" el Gobierno alquiló vehículos con conductor para afrontar "un gran volumen de actos".

Consejeros aparte -a quienes atienden los servicios mínimos- el número de altos cargos que tienen derecho a utilizar coche oficial varía de un departamento a otro. Disponen del servicio los secretarios y directores generales, los servicios de prensa y protocolo y los delegados territoriales, pero el número no es exacto: porque no todos los departamentos tienen el mismo número de altos cargos, ni su día a día requiere el mismo tipo de desplazamientos.

Así, en la mayoría de los casos los conductores trabajan según las agendas de estos altos cargos, además de prestar servicio a representantes institucionales que estén de visita por Cataluña. En cualquier caso, el número de chóferes oscila entre los cuatro de los departamentos de Relaciones Institucionales o Trabajo, y el máximo, los 16 conductores de los que dispone Política Territorial y Obras Públicas. Ayer, por cierto, estos últimos no secundaron la huelga, señalaron en el departamento.

"Hace 11 años se subió de categoría a 45 compañeros que cobran unos 150 euros mensuales más que el resto y el Gobierno quiere perpetuar esta injusticia", denunciaba ayer el portavoz de los chóferes de representación, Antonio Casquero. En plena negociación del convenio colectivo de los 7.000 integrantes del personal laboral de la Generalitat, Casquero y su compañero Domiciano Sandoval denunciaron ayer el "desprecio por parte de la Administración, porque en 43 reuniones sobre el convenio nunca se ha querido hablar de las condiciones de trabajo de los conductores".

Los chóferes llevan años pidiendo que la Administración cree un parque móvil central que, exceptuando los consejeros, preste servicio en función de las necesidades diarias de cada departamento. Así, explican, se evitarían situaciones conflictivas que se producen actualmente, cuando al tiempo que algunos conductores no dan abasto otros pueden estar cruzados de brazos. Mientras, amenazan con hacer huelga indefinida a partir del día 11 si antes no se llega a ningún acuerdo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de abril de 2005