De los 7.500 agentes que integran la plantilla de la Ertzaintza, sólo 3.000 patrullan las calles. Son los que sufren la doble presión: la que procede del entorno de ETA y la que les llega desde dentro, en forma de normas -denuncian- que dificultan su trabajo y los convierten en poco eficaces. Según los sindicatos, hay un dato que demuestra la falta de interés del Gobierno vasco por su policía: hace tres años que no tienen convenio. En la imagen, dos ertzainas inspeccionan el puerto de Herrera (Álava) tras un atentado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de abril de 2005