Alrededor de 260 inmigrantes siguen encerrados en varias iglesias y centros cívicos de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet. Ayer cumplieron su tercer día en huelga de hambre. En la imagen, varios de los encerrados en el centro Espai Obert, en la calle de Blasco de Garay de la capital catalana. Los inmigrantes reclaman al Gobierno que flexibilice las condiciones impuestas en el proceso de regularización, pero el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, afirmó que no se modificarán los actuales requisitos, que fueron pactados en su día con los sindicatos mayoritarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de abril de 2005