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Contratiempos para la boda en Windsor

Un vagabundo al que la princesa Diana de Gales salvó la vida en 1994, cuando casi se ahoga en un lago del parque londinense Regent Park, ha sido el primero en ponerse en la cola para ver la boda de Carlos de Inglaterra y Camilla Parker-Bowles. Con un carrito cubierto por una toalla decorada con las caras de ambos, la fecha de su boda y la bandera británica, este hombre esperará hasta el sábado, día del enlace, sentado en un banco frente al castillo de Windsor. La ceremonia podría sufrir un inesperado contratiempo, pues los meteorólogos prevén lluvia, frío y hasta nieve. Un viento procedente del Ártico soplará en el Reino Unido el sábado, mientras la temperatura no será superior a los 6 grados centígrados en el sur del país. El mal tiempo supondría el colofón de una serie de infortunios que han marcado los preparativos del enlace que la reina Isabel II pretendió aplazar medio año tras el anuncio de que el funeral por el Papa coincidía con él, pero el príncipe sólo aceptó postergarlo veinticuatro horas. Ayer se informó también que la policía investiga cómo dos intrusos consiguieron acceder a una zona privada del castillo de Windsor días antes de la boda. El incidente ocurrió el pasado domingo por la tarde, cuando dos turistas superaron una valla, cruzaron un campo de golf hasta llegar a un área privada del castillo, pero fueron detectados inmediatamente por la policía, indicó una portavoz de Scotland Yard. Según la fuente, los dos hombres fueron llevados a la zona del castillo abierta al público, pero no se tomaron medidas contra ellos.-

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de abril de 2005