El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, respondió ayer en Jerez a las denuncias de corrupción formuladas por el PP en Sevilla pidiendo a los populares que se serenen y hagan autocrítica. "Todas las exigencias de dimisiones, todas las responsabilidades, todas las demandas y denuncias que quiera hacer el PP, que está en su derecho de hacerlo, que se lo exijan también a ellos mismos", manifestó.
A juicio de Chaves, el primer partido de la oposición en Andalucía perderá toda la credibilidad si no utiliza la misma vara de medir en todos los casos. El jefe del Ejecutivo andaluz insistió en que los dirigentes regionales del PP deben tranquilizarse, y recordó que los "casos puntuales de corrupción" que se han dado en Andalucía afectan tanto a populares como a socialistas. Chaves tildó de "injusticia" la estrategia de "fango" y "crispación" que, en su opinión, ha orquestado el PP, y, con relación a las corruptelas, añadió: "Hay que combatirlas, hay que ser transparentes, hay que llegar hasta el final".
El presidente andaluz hizo referencia también a las acusaciones que la vicesecretaria general del PP, Esperanza Oña, realizó contra la consejera de Gobernación, Evangelina Naranjo, a quien acusó en el Parlamento de tener "colocados a sus dos hermanos". "Lo que dijo esta diputada es muy grave, porque hubo una imputación falsa", declaró. Según Chaves, el PP no puede dejar sin respuesta lo sucedido y debe ser exigente consigo mismo. El secretario general del PSOE andaluz equiparó este caso con el del dimitido parlamentario socialista Rafael Centeno: "Dimitió la legislatura pasada por hacer una imputación grave y esta imputación de la diputada del PP es de la misma gravedad que la del señor Centeno".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de abril de 2005