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OPINIÓN DEL LECTOR

Bares

Algunos ciudadanos y ciudadanas, entre los que me cuento, practicamos una cierta vida de bar. Allí, leemos básicamente la prensa, escribimos, observamos el mundo. De un tiempo a esta parte, nuestra vida de bar está cambiando para mal. Cada vez el espacio es más limitado, las mesas más pequeñas y numerosas. Se tiene una especie de sensación de falta de espacio vital. Los bares, las cafeterías, que un tiempo fueron lugares para estar, se han convertido en lugares para consumir. Más que clientes, parroquianos, nos estamos convirtiendo en unidades de consumo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de abril de 2005