El menor de 16 años acusado de un delito de homicidio y otro de intento de homicidio el pasado octubre en el barrio de Natzaret de Valencia, puesto en libertad el pasado sábado tras expirar el plazo máximo de internamiento preventivo, acudió ayer al Juzgado de Menores número uno de Valencia por una acusación de coacciones. En la vista negó haber coaccionado a dos menores. Tres testigos, entre ellos las dos supuestas víctimas, habían olvidado los hechos. El fiscal mantuvo su acusación y pidió para el menor seis meses de libertad vigilada. La vista se había suspendido en cinco ocasiones anteriores.
La denuncia la interpuso en su día la madre de los dos jóvenes afectados. Según fuentes del caso, el menor reclamó a otros dos una deuda que supuestamente tenían con él por tráfico de drogas al menudeo. Dado que no la satisfacían, el menor inculpado les obligó a acudir a su casa para que consiguieran el dinero o cualquier efecto de valor bajo amenazas. La madre, al enterarse, denunció al menor. Sin embargo, en la causa, no ha estado citada como testigo. El juicio quedó visto para sentencia.
El menor pasó a la condición de libertad vigilada el pasado sábado después de seis meses de ingreso preventivo, el máximo que permite la ley, por un homicidio y un homicidio intentado en Natzaret el pasado octubre. La coordinadora Barrio de Natzaret expresó ayer su malestar por la situación de libertad del menor, al que la policía relaciona con la venta de estupefacientes, y la venta de drogas en la zona. La organización vecinal anuncia una concentración para mañana ante la sede de la Generalitat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de abril de 2005