A ver si lo entiendo bien. En Arizona, cientos de "americanos cien por cien" patrullan la frontera para impedir la entrada de "ilegales"... Dejando a un lado la aberrante concepción de una supuesta pureza racial americana, resulta escalofriante que el Gobierno norteamericano tolere este tipo de campañas.
¿De qué se trata, en realidad? ¿De "cazar" al inmigrante? ¿A qué hemos reducido a las personas? ¿A la categoría de animales salvajes? Ni siquiera eso, porque por lo menos en Arizona, la "tortuga del desierto" goza de especial protección.
Los inmigrantes, cuyo único delito es la búsqueda de una vida más digna, ni siquiera tendrían derecho al agua. Ahora, cuando en Barcelona hay más de 300 "sin papeles" en huelga de hambre, es más necesario que nunca recordar que lo que está en juego no son sólo los derechos de los inmigrantes, sino los derechos de toda la humanidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de abril de 2005