Por iniciativa de un grupo de alumnos, se están repartiendo lazos blancos en agradecimiento a Juan Pablo II y pidiendo ayuda al Espíritu Santo para la elección del próximo Pontífice
Ante las continuas peticiones de los alumnos, la Universidad San Pablo-CEU facilitará mañana a todos sus estudiantes el seguimiento, en directo, del funeral por Juan Pablo II. Se han suspendido las clases durante el servicio religioso y se ha instalado una pantalla gigante en el Salón de Actos del Colegio Mayor de San Pablo (Isaac Peral, 58).
La Universidad responde así a las numerosas demandas de universitarios que desean compartir con millones de personas en todo el mundo el funeral por "el Papa de los jóvenes". Además, existe un reducido grupo de alumnos de la Universidad San Pablo-CEU que ha viajado al Vaticano a participar, en primera persona, en el funeral por Juan Pablo II.
Independientemente de esta iniciativa institucional, un grupo de alumnos y profesores de la Facultad de Humanidades y CC. de la Comunicación de la USP-CEU están inmersos en otras dos iniciativas que están teniendo buena acogida entre sus compañeros. Con motivo de agradecimiento y honra a la memoria del Papa Juan Pablo II y pidiendo ayuda al Espíritu Santo para la elección del próximo Pontífice, se unen a la iniciativa llevada a cabo por el pueblo polaco y están promoviendo llevar un lazo blanco en la solapa. Se trata de un lazo blanco porque, como explica la profesora de la Facultad de Humanidades Aurora Pimentel, "a pesar de estar tristes estamos también agradecidos por el don y regalo que ha sido el Papa para la humanidad. Este lazo lo llevaremos hasta la celebración del próximo Conclave, día 18 de abril, pidiendo ayuda al Espíritu Santo para que ilumine a los Cardenales en la elección del próximo Papa". Los 60 metros de lazo blanco que se han preparado y se han empezado a repartir a las 12:00 del mediodía de hoy están quedando cortos.
Además, en el patio de la Facultad de Humanidades y CC. de la Comunicación (Paseo de Juan XXIII, 6) hay un libro de condolencias y agradecimiento al Santo Padre. Una vez completo, este libro se enviará a la Nunciatura Apostólica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de abril de 2005