Las Cortes Valencianas iniciaron ayer la tramitación formal del proceso de reforma del Estatut. La comisión parlamentaria creada específicamente para la reforma estatutaria aprobó por unanimidad el informe presentado por la ponencia -el grupo reducido creado para agilizar los trabajos- en el que se fijan los acuerdos alcanzados por los tres grupos parlamentarios y se delimitan las discrepancias objeto de discusión.
Los grupos iniciarán a partir del día 14 la negociación sobre las discrepancias existentes
El portavoz del Grupo Popular, Serafín Castellano, tradujo en cifras el nivel de consenso alcanzado por el PP, el PSPV y Esquerra Unida-L'Entesa. "Hay más de 130 nuevas propuestas, que supondrán la aprobación de nueve o diez leyes autonómicas y la creación de cinco o seis nuevas instituciones de la Generalitat para seguir avanzando en el autogobierno", dijo el portavoz popular.
El portavoz adjunto del Grupo Socialista, Antoni Such, también se mostró satisfecho: "Se ha llegado a buenos puntos de encuentro para avanzar en el proceso y que éste culmine en una proposición de ley [de reforma del Estatut]. El portavoz de Esquerra Unida, Joan Ribó, también se mostró satisfecho por haber logrado que la comisión aprobase el informe antes de concluir el plazo fijado (un año) y consideró cumplido "el objetivo de abrir el debate a la sociedad valenciana". "Felicitarnos porque estamos más cerca de llegar a un consenso", sentenció.
La aproximación entre los tres grupos parlamentarios no evitó que todos ellos hiciesen evidentes que, a partir del próximo día 14, cuando el pleno de las Cortes apruebe el informe de la comisión que presentará el popular José Cholbi, las prioridades serán diferentes.
Para los populares, tal y como reiteró Castellano, es prioritario que la reforma del Estatut se apruebe en el Parlamento el próximo 25 d'Abril. "No tenemos que depender de nadie, ni de lo que haga Cataluña, ni de lo que haga el País Vasco", prosiguió el portavoz popular, "Estamos dispuestos a aprobar la reforma y cuanto antes". "El PP, dentro del orden constitucional, está dispuesto a avanzar en todo lo que sea necesario, aunque sería utópico pensar que vamos a estar en todo de acuerdo, pero ya hemos ganado mucho", sentenció Castellano.
Los socialistas, en palabras de Antoni Such, han "hecho un esfuerzo por tener una posición centrada y razonable" y no están dispuestos a renunciar tan fácilmente a incluir en la reforma estatutaria las listas electorales paritarias entre hombres y mujeres; medidas de normalización del valenciano como el requisito lingüístico para los funcionarios; mejoras en la eficiencia de la estructura administrativa; mayores competencias en materia de financiación, justicia y libertades públicas y el derecho a que los valencianos ratifiquen mediante referéndum su nuevo Estatut.
Joan Ribó, por su parte, insistió en reclamar tiempo para seguir negociando en dos cuestiones que para su grupo son capitales: el sistema de financiación de los grandes servicios públicos -"Ahora estamos en un momento delicado"- y la posibilidad de introducir mecanismos de carácter federal en las relaciones del País Valenciano con el Estado [Gobierno central y comunidades autónomas] y con la Unión Europea.
El clima de satisfacción por la aprobación unánime del informe de la comisión parlamentaria para la reforma del Estatut se vio empañada por las agrias declaraciones del consejero portavoz, Esteban González Pons, que acusó al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, de no tener permiso del presidente del Gobierno para sacar adelante la reforma antes que Cataluña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de abril de 2005