Se adapta a las necesidades del ciclista sin tener que hacer nada y optimiza su rendimiento reduciendo el esfuerzo físico: elige la marcha más apropiada al desnivel del terreno y la cadencia del pedaleo, y regula a la vez las suspensiones para ofrecer el mejor equilibrio entre estabilidad y confort. Además, el ciclista puede cambiar cuando quiera y elegir varias posiciones fijas de suspensión: paseo, deportiva, etcétera. Esta revolucionaria bicicleta es obra de Mercedes, se llama Automatikbike y está disponible en los concesionarios de la marca, aunque con un inconveniente: cuesta 2.490 euros, más IVA. El despliegue tecnológico incluye un cambio automático de ocho marchas, suspensiones electrónicas y hasta un ordenador integrado en el manillar. Y el colofón lo ponen las luces con sensores, que se encienden y apagan de forma automática.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de abril de 2005