Supone un gran consuelo saber que la señora Aguirre piensa que el señor Lamela ha obrado en la crisis del hospital Severo Ochoa con "cautela, prudencia, respeto y apoyo a los profesionales desde la presunción de inocencia".
Tiemblo al pensar lo que podría haber ocurrido si el insigne consejero de Sanidad hubiera obrado con precipitación, indiscreción, desconsideración y hubiera producido un ataque temerario sobre la dignidad de los profesionales y la confianza de los ciudadanos en la asistencia sanitaria pública.
Lo curioso es que, al parecer, de producirse una situación similar, el consejero y sus próximos volverían a hacer lo mismo. De cundir este ejemplo, las pólizas de seguro del personal sanitario deberán incluir la defensa jurídica frente a los desmanes procedentes de la Administración, con aumento de las primas a pagar, naturalmente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de abril de 2005