En EL PAÍS del viernes 1 de abril se presenta un estudio sobre las preferencias relativas a ocio y a cultura de los españoles, con una clara ventaja del cine y de la televisión sobre las visitas a los museos.
En esta misma publicación, en el suplemento Tentaciones, se nos informa sobre la apuesta por el arte contemporáneo realizada por diversas ciudades españolas, entre las que aparece León con la inauguración de su nuevo Museo de Arte Contemporáneo. ¿Quienes serán los receptores de toda esta cultura artística?, nuestros estudiantes de educación secundaria muy problamente no. Según otra información de este diario de ese mismo día, las áreas de Educación Artística: Música y Educación Visual y Plástica verán reducido su espacio educativo a partir de la nueva Ley de Educación (LOE), planteamiento contradictorio en la sociedad de la imagen en la que vivimos. Debería reconsiderarse la importancia que tiene educar en la cultura artística, en la sensibilidad, en el saber mirar y saber escuchar y que desarrollan estas disciplinas.
Los profesionales de la enseñanza comenzamos a perder la tranquilidad que nos inspiraba el nuevo Gobierno, porque parece ser que desde las diferentes posiciones políticas, las enseñanzas artísticas somos siempre contempladas bajo el mismo prisma estereotipado de manualidades inútiles. ¡Por favor, señores políticos, estudien nuestro programa educativo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de abril de 2005