Ya conoce usted la sentencia 92/05 del Juzgado de lo Social número 5 de los de Sevilla, donde se condena al Ayuntamiento que usted preside por vulneración del "derecho fundamental a la libertad sindical". El fallo de la sentencia estima la demanda formulada por CC OO y declara la existencia de vulneración del derecho de libertad sindical por parte del Ayuntamiento de Alcalá y la Sección Sindical de UGT. Determina la nulidad de la conducta de la empresa y de los codemandados (UGT). Ordena el cese inmediato del comportamiento lesivo del derecho fundamental.
Conoce usted los hechos que dan origen a esta sentencia, fueron: CC OO, que representa el 47,80% de los empleados municipales, solicita el 29/09/04 la constitución de una mesa de negociación sobre jubilación anticipada, tanto de funcionarios como de laborales, y María José Borge Montero (delegada de Recursos Humanos) contesta que no es posible. Que "abrir en estos momentos una mesa de negociación sobre una materia concreta puede propiciar el que se solicite la apertura de otras mesas de negociación sobre distintas materias...".
El 06/10/04, la delegada de Recursos Humanos y el delegado de la Sección Sindical de UGT, firman un preacuerdo de eficacia limitada (sólo de aplicación a los afiliados de UGT) sobre distintas materias, entre otras la de jubilación parcial..., proponiendo la adhesión al mismo y su extensión al resto del personal laboral que aprueben siete compañeros de UGT del Comité de Empresa.
Con este procedimiento se impide la participación y se priva del derecho a la negociación a los representantes de más del 50% del personal del Ayuntamiento.
¿Comparte usted, señor alcalde, que se vulneren derechos fundamentales en el Ayuntamiento? Ésta es hoy la pregunta que nos hacemos muchos en Alcalá, dentro y fuera del Ayuntamiento.
Dos alternativas tiene usted: mantener el nombramiento de María José Borge Montero, respaldando y avalando políticamente esta actuación, o cesarle inmediatamente para evitar que esta sentencia caiga sobre los hombros de un equipo de gobierno que se proclama socialista.
En la Europa a la que nos hemos incorporado, esta segunda sería, es, la única alternativa razonable. Por lógica democrática. Usted decide.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de abril de 2005